El ser humano es tan complejo como podamos imaginar, cada uno tan diferente; su contexto de lugar, nacimiento, aptitudes, sueños, características físicas, talentos y oportunidades.
No es lo mismo alguien que nace en un país de tercer mundo a alguien del primer mundo, cada diferencia es notoria. Lo cierto es que a pesar de ello cada ser humano también es diferente.
Hay quienes nos desarrollamos en una u otra área del conocimiento y vamos desarrollando nuestras aptitudes alrededor de ello.
Desde pequeños se nos enfoca en una educación estructurada y arcaica que no se ha adaptado a este mundo moderno y las nuevas oportunidades que ello nos ofrece. Esta educación por decir demás muy estricta no permite que los jóvenes y niños experimentes otro nivel de educación.
Es difícil que un niño encuentre ese talento natural que reside en el dentro de las aulas educativas, la educación busca imponer y no descubrir. Tal vez quienes tienen la oportunidad de sobresalir en las áreas comunes del conocimiento se les ve como personas inteligentes y prácticas y el resto de los jóvenes se les ve como si no tuvieran capacidades.
Lo cierto es que todos tenemos capacidades, realmente lo que no tenemos es oportunidades para desarrollarlas o para descubrirnos a nosotros mismos.
No es lo mismo alguien que tiene una habilidad lógica matemática a alguien que puede competir a nivel profesional en el atletismo. ¿Y cómo definir quién es mejor?, ¿qué talento es más importante?, quien debería recibir una mejor remuneración por su esfuerzo? ¿O quién debería tener un mayor reconocimiento?
Como resolver cada pregunta, realmente esto nos llevaría a un debate extenso entre intelectuales matemáticos y deportistas profesionales. Realmente es un debate poco coherente. Estaría bien si se comparara o dos matemáticos y las características, métodos o capacidades de cada uno de ellos, porque están en la misma rama del saber y hay punto de comparación. Es irrisorio comparar dos áreas diferentes. EL mundo no es solo matemático o solo para deportistas. Necesitamos de diversidad en todos los campos.
De cierta manera esto es lo que la educación actual nos muestra, eres mejor si logras desarrollar un proceso matemático en comparación a alguien que tiene una destreza artística. Es lógico que debemos recibir una educación en áreas trascendentales para nuestro conocimiento, pero es indudable la necesidad de una educación abierta a otro tipo de destrezas y habilidades que puedan ser desarrolladas.
Tantos de nosotros recibimos una educación y cuando terminamos nuestros estudios no sabíamos a ciencia cierta qué camino o decisión tomar, tal vez solo teníamos la certeza de la afinidad con alguna de las materias que estudiamos, pero una idea centrada de ese talento natural que deberíamos descubrir a temprana edad.
Pero no solo la educación falla, tal vez una familia de pensamiento anarquista donde se impone la vida de una persona, quizás nosotros mismos y el no querer abandonar nuestra zona de confort, también la falta de oportunidades en ciertas áreas o disciplinas, hay muchas situaciones que pueden desembocar en el no aprovechamiento de nuestras capacidades.
Pero aun y a pesar de todo ello es importante recordar y entender que cada uno de nosotros contamos con esa capacidad natural de hace algo mucho mejor de manera más natural que el resto de las personas. Entendiendo todo esto es fundamental que, como dueños de nuestra vida, tenemos una responsabilidad con nosotros mismos.
Enfoquémonos en aquello que se nos facilita de manera natural, algo por lo que generalmente alguien nos felicite o alague. Ese puede ser el comienzo de un descubrimiento en nosotros mismos. Nunca es demasiado tarde para aprender o disciplinarnos. Pero es clave entender que todo necesita de esfuerzo y perfección de otra manera esta destinado al fracaso.