La cosa es que reflexionando un poco sobre mi, me he fijado lo incongruente que puedo ser en muchos aspectos de mi vida.
Esa disociación entre lo que digo-pienso-hago-siento ...
Es incómodo, vergonzoso, confrontante y hasta una bofetada es toda la cara ... porque cuando te miras detenidamente y escudriñas en ti, mirarte con honestidad duele un poco.
Muchas veces, probablemente, nos habremos descubierto a nosotros mismos actuando de una manera que se contrapone a nuestros pensamientos y valores. Ello nos produce una mezcla de extrañeza y vergüenza.
Vivimos en una sociedad donde No se nos ha enseñado precisamente a mostrar lo que sentimos. Más bien, en muchas ocasiones se nos ha animado desde pequeños a ocultar nuestras verdaderas emociones, a enmascararlas, o incluso taparlas con otras mejores toleradas en esta sociedad.
Pero más allá de la "apariencia" social, está la contrariedad que generamos en nosotros mismos, aún sin estar rodeados de personas, esa que nos produce una sensación nada agradable. De allí la importancia de seguir auto-conociéndonos, sin miedo, ni reparos en observar lo que hay en nuestro interior. Si aceptamos lo que somos no tendremos necesidad de ocultarlo o negarlo.
No se trata de derrumbarse, culparse ni darse de cabezazos, más bien es abrirse paso a nuestra propia búsqueda, para poder ver esos puntos en los cuales ponemos la incongruencia en acción, reconocerla y procurar con toda la fuerza de voluntad posible corregirlo, porque si no, entonces la vida nos transcurre en medio de una turbia tormenta emocional, nos confronta durísimo para que aprendamos a cultivar el arte de la congruencia, el cual tiene su grado de complejidad. Admiro, celebro y aplaudo a todas esas personas que son capaces de mantener la congruencia en sus vidas, por lo menos en la mayor parte de ella, me encantaría llegar a ese nivel de alcance.
Buscar el equilibrio entre lo que uno siente, piensa y hace todo un logro que hará que nuestras relaciones sean más verdaderas y auténticas; comenzando por la relación que tenemos con nosotros mismos ya que somos nuestros únicos compañeros de vida desde que nacemos hasta que morimos, lo queramos o no.
Si eres capaz de recocer tu propia incongruencia, haz dado un gigantesco paso a tu liberación personal, serás lo suficientemente valiente de afrontarlo, y así podrás comenzar a corregirlo, ya que requiere de un trabajo diario. Y no te desanimes, ni desacredites cuando falles, No pasa nada, date ánimo, aliéntate a seguir intentándolo. Porque fallas cometemos todos.
Continuemos descubriéndonos para lograr hacer-pensar-decir-sentir en sincronía.
"No tengas miedo de la perfección porque nunca la alcanzarás". Salvador Dalí.
Y tú ¿haz sido incongruente alguna vez?
Hasta la próxima EscrituraKatarsis.
Buenos días señorita, otro tema fascinante, ciertamente, desde muy pequeños nos han enseñado que mostrar nuestras emociones, nuestros sentimientos, puede tomarse como una debilidad, y nada mejor que pasar por alguien fuerte, duro como una roca, sin embargo rara vez nos dicen que tenemos que crear un equilibrio: Cuerpo, alma y mente, si no tenemos este equilibrio nuestras vidas serán una escalera de naipes, la cual podrá derrumbarse con la mínima fuerza del viento, entonces es acá donde nosotros tenemos que evaluar lo que tenemos, evaluar nuestras vidas, quienes somos, lo que queremos y sentimos. Y separarnos un poco de eso que nos han inculcado de chiquitos, porque estaremos estancados con una piedra, dándonos siempre el mismo golpe, por no ver más allá, saludos.