¿Quién no tiene miedo a fracasar? Creo que todos estamos de acuerdo que fracasar es uno de los peores escenarios de la vida.
Duele mucho cuando fracasamos por primera vez, pero a medida que van pasando los años, empezamos a encontrar una especie de “satisfacción” cuando fracasamos. ¿Por qué? Porque sin dudas, al fracasar, estamos aprendiendo alguna lección de la vida. Estamos madurando.
Desde muy chico, nuestros padres y las escuelas, nos han enseñado a no fracasar. Que fracasar era sinónimo de que somos seres incapaces de realizar algo determinado. De que somos tontos. De que no es aceptable el fracaso.
Esto lo aprendí ¿saben en qué momento? Cuando entre a la universidad. Fue en esta etapa, donde conocí lo que es el fracaso en su máxima expresión. Lo que es sentirse inútil. Tuve que aprender a los golpes a cómo afrontarlos y a como no permitir que me frustre en mis objetivos.
¿Saben qué? Estoy muy feliz que haya fracasado. Me sirvió muchísimo para luego tener éxito. Es duro, pero con esfuerzo la recompensa no tarda en llegar.
Hoy en día, veo los fracasos como una forma de aprender algo. Ya no me frustro como lo hacía antes. Ahora, simplemente analizo que es lo hice mal y que debo hacer para mejorar. El éxito viene acompañado del esfuerzo y la dedicación que le pongamos. Es necesario llorar, gritar, pegar para descargarnos toda esa ira que sintamos al momento de fracasar. Esto es bueno, porque nos va a servir para liberar malas energías y renovarlas.
En esto momento, me encuentro en esa situación de “fracasado”, pero anteriormente me encontraba muy contento, porque las cosas me estaban saliendo bastante bien.
La vida es así. En un momento podes estar lo más tranquilo y feliz, y de la nada, todo eso se puede desmoronar para encontrar en una situación de resentimiento, odio y frustraciones.
El éxito y el fracaso están unidos. La idea del existo y el fracaso en mi experiencia, es como rendir un examen. Estudias, te preparas para aprobar el examen, pero sucede que saliste mal. Esto nos lleva de frustración, bronca y cansancio. Nos hacemos la idea de que no vamos lograrlo. Esto me paso muchas veces. Y la mejor forma de salir de esto, es mentalizarnos de que si vamos a lograrnos, de que si los demás pudieron, nosotros también podemos. Nos preparamos mejor, y nos volvemos a presentar. Resulta que ahora si logramos aprobar el examen. Y lo loco de esto, es que cuando llegamos a ese momento de “triunfo”, decimos: “No era tan difícil”. Las cosas no son difíciles, todo depende de nosotros, del esfuerzo y compromiso.
Gracias a estas experiencias, aprendí que la clave del éxito, es INSISTIR. No importa cuando veces fracasemos, no importa cuántas veces salgamos mal de un examen, debemos insistir. No dejarnos vencer antes el fracaso. No temerle al fracaso.
En la vida las cosas pueden salir bien o mal. Debemos estar preparados para ambas cosas.
El fracaso es el primer pretexto que nos ponemos para renunciar y no volverlo a intentar.
El fracaso es esa realidad que nos pone la bota en el cuello y no nos deja levantar.
¿Cuántas veces habrán fracasado las personas exitosas, que han creado cosas increíbles?
No les voy a mentir, mi peor miedo es fracasar. Pero mi peor miedo, es ser un fracasado, sin haberlo intentado.
Aceptar los fracasos y saber cómo lidiarlos, nos permitirá luego afrontar cualquier tipo de problema.
Debemos quitarnos ese miedo a fracasar, y que por miedo a fracasar, no lo intentamos.
Es como me dijo un profesor de Economía al momento que tenía que realizar un examen: “El 1 ya lo tienes. Ahora solo tienes que esforzarte para poder obtener un calificación mínimo de 6 para aprobar”.
El fracaso esta. Lo que tenemos que hacer es conseguir el éxito. Por eso, debemos animarnos. Salir a pelear. Triunfemos o no, siempre vamos a tener el botón “Volver a intentarlo” disponible.
Quiero compartir con ustedes esta frase de vida.
“Cumple sus sueños quien resiste” Almafuerte.
Escrito por @Escannor15