¿Seguramente han oído hablar de la película “Cadena de valores”? Es aquí donde nace este concepto que nos entrega un mensaje muy profundo y nos hace reflexionar sobre muchos aspectos de la vida y el mundo.
Todos queremos mejorar el mundo, ¿verdad? Muchas veces nos quejamos que el mundo es una basura y que nunca va a cambiar. Si tan solo supiéramos que con simples acciones, podemos cambiar el mundo por completo.
De esto se trata la cadena de valores. Consiste en ayudar a alguna persona que lo necesite sin esperar nada a cambio. Ayudar para sentirte bien contigo mismo y sentir que aportaste tu granito de arena para que el mundo cambie. Al haber ayudado, esta misma persona lo hará con otra persona, como una forma de devolverle a la “vida” el favor por haberle ayudado, lo que genera una cadena de favores.
Lo que yo haga por ti, en algún momento, alguien lo hará por mi o ya lo han hecho. No existe alguna deuda entre nosotros. La vida se va a encargar de recompensar a aquellas personas que te ayudaron o ayudaste. Debemos creer en la ley de causa – efecto, que siempre en el momento adecuado, se cumple.
Gracias a estas actitud que tengamos, vamos a conoceremos lo que es la empatía y la solidaridad. Una solidaridad verdadera, no la que nos vende el Gobierno. Una solidaridad que surge de forma espontanea, sin sacar ningún provecho ni esperar nada a cambio. Ser solidarios porque el corazón nos dicta y que al hacerlo, somos felices.
Aprender a estar en los zapatos de la persona que necesita nuestra ayuda. Entender su historia, darle un aliento, apoyo e impulso para salir adelante.
No solamente está enfocado hacia las personas, sino hacia algún tipo de causa. El medioambiente, los animales de la calle, etc. Tú encontraras la causa por el cual quieras ayudar.
Cualquier acción que hagas, por más simple que sea, aportara para que la sociedad sea un poco.
Recuerdo cuando realice un acto de solidaridad cuando era chico. Tenía aproximadamente 15 años. Me encontraba en la terminal de ómnibus, dirigiéndome a tomar el colectivo. En ese trayecto, me cruzo con una persona que vivía en la calle. Recuerdo haber notado como la gente pasaba y nadie notaba su presencia. Pase de largo, y mientras caminaba, pensaba en que debía ayudarlo de alguna forma. Vivir en la calle debe difícil. Me puse en sus zapatos. Lo que hice fue volver hacia donde estaba, abrí mi billetera que no tenía mucho dinero, solamente unos $50 que los iba a gastar en cosas inútiles. Lo mire y le dije “Toma amigo, espero te ayude”. Este señor, me miro a los ojos, y me dijo “Gracias amigos, no sabes cuánto te lo agradezco”. No se imaginan la satisfacción que sentí en ayudarlo. Tal vez mi acto fue muy pequeño, pero les aseguro que para mí fue un acto inmenso. Me lleno de felicidad saber que pude ayudar a alguien.
En un mundo donde la gente solo ignora, trato de cambiarlo con acciones pequeñas. Quien sabe con ella ayuda que realice, aquella persona se pudo comprar algo para comer o usarlo para algo productivo.
Aprendí que no necesitamos ser millonarios para poder ayudar, cualquier acto, siempre que sea puro, ayuda muchísimo.
El mundo puede parecer un lugar muy difícil y peligroso a pesar de que todos buscamos seguridad, salud y felicidad para nosotros y para los que nos rodean.
La idea de la cadena de valores es que todos las personas lo apliquemos en nuestras vidas.
¿Se imaginan un mundo en donde todas las personas fuéramos generosas y solidarias?
Pareciera difícil de creer, ya que por sí, el ser humano es individualista. Pero créanme que esto posible si hiciéramos un pequeño acto de generosidad cada día.
Cambiar el mundo depende de nosotros. Un mundo mejor está en nuestras manos.
¿Qué estamos esperando en realizar una cadena de valores?
Escrito por @Escannor15