Es difícil imaginarse la vida sin azúcar, pero por cuestión de gusto o de salud, generalmente hay que escoger entre los naturales y los artificiales. Cada uno presenta el ansiado poder edulcorante, pero también desventajas que hay que tomar en cuenta.
A quien no le gusta el dulce? Sin duda, es mucho mejor que un bocado insípido, amargo o salado. Para endulzar existen diferentes alternativas: el refinadísimo azúcar blanco, el azúcar moreno, el papelón, la miel, y los artificiales edulcorantes, son sólo algunas. Pero escoger entre tantas posibilidades no es fácil. A menos que se decida llevar una vida sin dulce, lo más común es debatirse entre el uso del azúcar y de los edulcorantes.
Calorías vacías y dulces artificiales.
El azúcar es como una bruja hermosa, engatusa con su belleza y. al enamorar, hace daño, sin que la víctima lo sospeche siquiera. Aparte de que no aporta nutrientes, es conocido la relación entre el consumo indiscriminado de azúcar y el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, accidentes cerebrales, obesidad, diabetes y úlceras gástricas, como resultado de su alto nivel calórico.
Tampoco hay que olvidar la incidencia directa que tiene en la dentadura. Su consumo suele traer como consecuencia las molestas y antiestéticas caries. Además de esto, el organismo, para procesar el azúcar, necesita las vitaminas pertenecientes al complejo B, y no es que las tenga en abundancia, y esto degenera en un posible déficit de la vitamina, con sus correspondientes repercusiones en la salud.
Por otro lado, conviene advertir que los edulcorantes son artificiales, y aunque tengan un bajo nivel de calorías, ese carácter no natural pasa a ser su principal desventaja.
La mayoría de estos no los digiere el organismo y, por con siguiente, no aportan ningún tipo de nutrientes. Sin embargo, el principal inconveniente de dichos endulzadores es la probabilidad de excederse en la dosis diaria recomendada, gracias a la cantidad de alimentos procesados que los incluyen en si forma. Y cabe anotar que en la actualidad aún no se han determinado sus niveles de toxicidad ni sus posibles consecuencias en la salud.
Endulza tu vida
Para llevar una vida sana, sólo hay que asumir todo con moderación. Los excesos nunca son buenos, así que si se escoge entre el azúcar y el edulcorante, lo mejor será consumir el preferido en pocas cantidades para no resultar afectado por sus desventajas.
No obstante, existen otros productos dulces que pueden utilizarse y que contemplan muchos beneficios para la salud, como el azúcar moreno, que por estar menos refinado conserva algunos de sus nutrientes originales. Lo mismo ocurre con la miel, considerablemente más nutritiva que cualquier otro elemento para endulzar.
Sin embargo, la posibilidad final es la más sana, y no por ello es desagradable. Consiste en disfrutar el sabor natural de los alimentos sin añadirles nada que altere su sabor. Desde cuándo no te tomas un jugo de patilla o fresas sin endulzar? Qué esperas para disfrutarlo al natural?
