diamantes humanos
amonds Are Forever es el título de una de las películas de James Bond, el personaje creado por Ian Fleming también fue y quizás sigue siendo el eslogan publicitario de Bears Diamond Consortium ahora y según un portavoz de la empresa de pompas fúnebres alemana Vesta crystal, algo de eso La inmortalidad de los diamantes puede ser transferida a cualquiera que tenga suficiente dinero para pagarla, el alemán René Andrew de 24 años es el gerente de la empresa funeraria dicho al principio y para asombro de muchos en el catálogo más reciente de la firma. que dirige algo realmente insólito, la posibilidad de convertir las cenizas de un difunto que es incinerado en diamantes auténticos de hasta 1,5 quilates. Algo que, como es de esperar, en un principio se tomó una broma y de mal gusto, pero cuando Mr. Andrew explicó cómo fue el procedimiento y que ya varios cadáveres incinerados en su empresa habían sido transformados en espléndidos diamantes, verdadero furor en el barrio de spandau berlin con numerosos clientes posibles deseosos de convertirse en joyas después de la muerte, explicó el inventor, el El cuerpo humano contiene casi un 20% del carbón que es la materia prima de un diamante. La técnica consiste en purificar las cenizas de un cadáver que ha sido incinerado a través de un proceso químico que busca extraer el carbón. Estos restos luego se depositan en una máquina especial que puede alcanzar una presión de hasta 60.000 kilobares y temperaturas cercanas a los 500 grados centígrados. El tiempo requerido para dicho procedimiento puede depender del tamaño del diamante deseado por el cliente, pero con un cálculo normal se pretende que dure hasta seis semanas e incluso más tiempo si es necesario. El resultado será una piedra preciosa tallada y pulida según las exigencias del difunto, cuyas cenizas, en lugar de ser enterradas o dispersadas al viento, ya transformadas en diamante, podrán ser incrustadas en un anillo, pulsera o pendientes de un familiar. que llevan consigo para siempre [Música] el coste aproximado del diamante humano puede oscilar entre los 3.000 y los 7.000 euros y para que no queden dudas de que el producto final es legítimo, quien lo recibe obtiene un certificado de autenticidad y su número de serie grabado con un rayo laser. El interés por las cenizas humanas transformadas en gemas gracias a la inventiva del empresario René Andrew, así como a la tecnología suiza, que es donde se realiza el procedimiento, ya que en Alemania las leyes exigen que todos los cadáveres sean enterrados y no incinerados. tal que el joven empresario tuvo que asociarse con el laboratorio que realizó el trabajo. A la fecha, declaró Andrew, más de 100 personas registradas las calles de Berlín luciendo a sus abuelos, parejas y padres en anillos, gargantillas, pulseras y aretes en los que están engastados en forma de diamante, incluso parece que hay un caso en el que como una viuda desconsolada forzó que un dentista le colocara una de esas gemas funerarias de su marido en uno de sus dientes frontales.