Rumbo a casa
Muchas cosas pasan en el camino, algunos son simples accidentes rutinarios, otros no lo son tanto.
Rumbo a casa
La vieja camioneta Ford venía fallando desde hace rato, así no llegarían muy lejos, Antonio venía con los ojos fijos en el camino pendiente de encontar alguna parada, taller en donde poder reparar su auto o al menos pasar la noche, en la ventanilla del copiloto su pequeño hijo Ramón venia maravillado disfrutando de una luna en cuarto creciente que parecía mas bien una cuna plateada.
Al fin los faros de la camioneta alumbran una vieja construcción que parecía abandonada, al estar mas cerca se podía leer claramente en la pared "Taller Montero ", Antonio se dirige hacia el derruido taller, quizás la Diosa fortuna les sonreía y esa noche, algún mecánico estuviera de guardia en el sitio para reparar la vieja Ford, se estaciona en todo el frente, sin apagar el auto ni los focos para que alumbrasen ya que estaba totalmente a oscuras, se bajo y le pide a su pequeño hijo que se quede en en la camioneta.
Ya parado enfrente efectivamente el viejo taller parecía salido de una película de terror, casi destartalado, Antonio sintió un poco de escalofrío en el cuerpo, pero saco valor tocando la puerta, pocos segundos después escucho unos ruidos adentro, luego alguien encendió la luz y se abrió la puerta del "Taller Montero", saliendo un viejo bonachón, que se presenta como el mismísimo señor Montero, ofreciendo ayudarlo, el viejo le extiende la mano y Antonio se la estrecha desprevenido, acto seguido comenzó a sudar y a sentir su cuerpo arder con una febril fiebre que lo debilitaba.
El pequeño Ramón que veía toda la escena desde el auto intuyo que algo no estaba bien con su papa y con aquel raro señor que no le soltaba la mano, se armo con la llave de cruz, bajandose de la camioneta para ayudar a su padre, corrio decidido hacia el viejo, asestándole un fuerte golpe en el brazo para que soltara a su padre, en efecto el viejo lo soltó, antonio cayo de inmediato al suelo sin fuerzas, Ramón trato de dar un segundo golpe al viejo que se voltea hacia a él, pero ya con el rostro totalmente desfigurado, el viejo lo aparto sin tocarlo utilizando algún tipo de poder telequinetico.
Ramón volo hacia atrás aterrizando sobre unas cajas que rompió al caerles encima, se levanto rápidamente, no tenía tiempo que perder, esa cosa que hace unos minutos parecía un hombre, definitivamente ya no lo era!!! e iba por su padre aun tentido en el suelo, esta vez se armo con un palo y ataco con todas las fuerzas que le quedaban, la bestia no se molesto en mirarlo, moviendo su brazo lo aventó sin tocarlo aun mas violento que la primera vez, pero Ramon no se estrello contra la pared detrás de el, a sus espaldas otro hombre lo atrapo en el aire con un brazo, mientras con el otro apuntaba una escopeta recortada de doble cañón calibre 50, BOOM, BOOM!!!, dos impactos en el cuerpo de la bestia la hicieron retroceder, perdiendose entre los matorrales.
Unos minutos después, el desnococido ayuda a Antonio a reincoporarse y lo lleva a su camioneta, algo atontado sin saber que paso, recuperaba rápidamente sus 5 sentidos, ya montado en su vieja Ford junto a su pequeño hijo, el hombre les daba algunas indicaciones.
- Sigan el camino, no se detengan hasta llegar a su casa, el pueblo esta como a unos 100km.
- Pero la camioneta viene fallando desde hace rato señor.
- No se preocupe, era esa cosa la que hizo fallar su auto para obligarlos a detenerse en su «taller», así consiga a sus victimas.
- Muchas gracias por la ayuda, mi nombre es Antonio y este pequeño es mi hijo Ramón.
- Mucho gusto Antonio, el pequeño Moncho es muy valiente, lo defendió como un león, sin miedo alguno ante la bestia que se enfrentaba, tuvieron suerte de que yo estuviera cerca, cazando a esa cosa.
- Mil gracias otra vez, ¿ Usted como se llama ?.
- Ruperto Flores.
Fin
Contenido Original @BigBDP
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