Las Aventuras de Corcho Marcano 6

La camioneta negra

 Corcho tomaba por la espalda a la diminuta oficial, la acercaba a su pecho y le plantaba un rotundo en beso en los labios, pensó que las orejas del traje de conejita de playboy que llevaba puesto seria un problema pero en cambio mejoro mucho las cosas, la pequeña teniente se dejaba hacer y también jugaba con sus manos, Corcho empezó a bajar el zipper del traje de conejita!!!... Ring, ring, ring !!!, la put@ madre que lo parió el ringtong de su chicarrita lo saca de ese hermoso sueño que estaba mas que teniendo disfrutando, atiende mal humorado...

- ¿ Quien llama a esta horas ?

- Buenos días señor detective, es la señora Arismendi, su clienta.

- Discúlpeme señora Arismendi, es que todavía....

- ¿ Ya esta aquí ?, mi marido ya esta esperando su desayuno, hoy se levanto temprano y pidió que le alistaran la camioneta negra Toyota, no va a salir en el mercedes como acostumbra.

- Si, si, mi señora ya estoy estacionado en la puerta de urbanización, tengo media hora apostado aquí afuera, no se preocupe no le perderé el rastro.

- Muy bien, veo a Rigoberto muy raro, hoy rechazo sus huevos benedictinos y su jugo de GreyFru, pidió unas arepas fritas, perico y una taza grande de café con leche, a mi marido me lo cambiaron señor Marcano.

- No se preocupe, le repito ya estoy aquí, por cierto ¿ cuanto tiempo le toma a su marido tomar el desayuno ?

- 25 min, es de comer lento, pero hoy como pidió tanta y extraña comida supongo que 30 min.

- Muy bien no se preocupe, estoy esperando a que salga.

 Corcho cuelga y corre y se da un bañito de put@ francesa de 2 min, se viste, toma sus aperos y sale corriendo de la oficina, Adamaris aun no había llegado, la urbanización donde vivían los Arismendi Calderón, era una de las mas exclusivas de la ciudad, si el roji negro se portaba bien estaría allí justo a tiempo, salió tan de prisa de su oficina que no noto que dejo la carpeta que la señora Arismendi le había suministrado con todos los datos de su esposo, cuando va en camino es que recuerda la carpeta, pero no había tiempo de regresarse.

 Como le dijo a la señora Arismendi 35 min antes, ahora por fin estaba al frente de la salida de la urbanización, Corcho piensa en llamar a su Clienta para preguntar la placa del carro, pero que falta de profesionalismo demostraría y prefirió no molestar a la señora, total, ya sabía lo importante una camioneta negra Toyota del año con vidrios polarizados, recordó de memoria cuando checo la carpeta la noche anterior, pero ¿ Cuales son las probabilidades de que mas de una camioneta negra Toyota con los vidrios polarizados salga de la mejor urbanización privada de la ciudad ?, pues muchas!!!.

 A Corcho se le enchino la piel cuando ve salir al mismo tiempo, no una, ni dos, si no tres camionetas!!!, la put@ madre !!! grita el detective en su auto, sin tiempo para otra cosa utiliza su viejo método para tomar decisiones en estos casos, «De tin marín de do pingüe, cúcara, mácara, títere fue, yo no fui, fue Teté, pégale, pégale que ella fue», Bingo !!!, cuando ya tuvo un blanco o negra en esta caso, nuestro Héroe arranco su auto e inicio la persecución.

 Seguir a los sospechosos era la parte que mejor se le daba a Corcho, ademas de los 15 años como detective, hay que sumarle los 18 años matando tigre como taxista, cuando la cosa se ponía dura y siempre para Corcho lo estaba, salir a taxear en su roji negro era una opción valida para sobrevivir, nuestro detective no le perdía la pista a la camioneta negra, que seguía alejándose del casco urbano de la ciudad, buscando salir a sus adyacencias, ¿ para donde vas Rigoberto ?, se preguntaba Corcho seguro de que los moteles no estaban en esa dirección.

 En cambio la vieja zona industrial de la ciudad si se hallaba en ese camino, operando a menos del 25% de su capacidad actualmente, sitio con muchos espacios abandonados, viejas fabricas y galpones, la mente del detective se pone a trabajar, ¿ algún negocio sucio ?, contrabando, tal vez drogas!!!, ¿ en que anda metido señor Rigoberto ?, al fin llegan a la zona industrial y la camioneta sigue rodando hasta un viejo galpón, el roji negro estaba a una distancia prudente, pero oyó el claxon del auto negro y un par de minutos después se abren las puertas permitiendo su entrada y se vuelven a cerrar después de pasar.

 Corcho se baja, checa al Querubín, cargado!!!, busca en la guantera y toma 5 cartuchos mas por si acá!!!, también su chicharrita, una foto podría ser necesaria para terminar de inculpar al señor Rigoberto con el cargamento seguramente de carácter ilícito que esconde allí, nuestro detective se pregunta ¿ de donde habrá sacado el Galpón Rigoberto ?, según los datos que leyó la noche anterior, tenía una oficina en el centro, un apartamento, y sus sitios habituales antes de «Cambiar», eran el conservatorio donde daba clases, el club de golf, el teatro de conciertos y un par de restaurantes donde solía comer.

 Se acerca sin hacer ruido bordeando el inmenso galpón, divisa un ventanal, justo lo que necesitaba para ver que pasaba adentro, hoy mismo sabré que gato encerrado tienes aquí Rigoberto, jejeje, Corcho llega por fin al ventanal, se sube con cuidado a un barril para poder observar mejor hacía adentro y se queda de piedra con lo que ve. Nuestro detective no se esperaba este cambio de seña de ultima hora.

Fin.

Relato Original @BigBDP https://noise.cash/post/9zm8mm9a0ggvg

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