El viejo granero
El viejo Granero
Samuel recorría el país con su mochila acuestas, cuando cumplió 20 años le había dado el mayor dolor de cabezas a sus padres abandonando la universidad y tomo el camino como forma de vida, ahora con 27 estaba totalmente independizado, viajaba de un lado para otro haciendo dedo, a veces se paraba en algún pueblo, estación de servicio o granja, trabaja unas pocas semanas para ganar algo de dinero y seguía su viaje, todos los años llamaba a sus padres para navidad para decirles que estaba bien y vivo.
Estaba varado en un pueblito muy chico y sin dinero, tocaba buscar trabajo, pero nada salió, un par de latas de frijoles, un paquete de galletas era su ultima provisión de comida, y como ningún maldito auto se paro a darle el aventon tuvo que emprender el camino a pie buscando salir a una carretera mas transitada, un par de kilómetros fuera del pueblo vio el letrero de «SE BUSCA EMPLEADO», a la entrada de una granja algo destartalada, con un establo y un viejo granero aun mas en ruinas.
Samuel entro y camino hasta la casa, no tuvo que tocar, una viejita de cabeza blanca que podría ser su abuela salió a su encuentro, luego de una charla frugal, quedo contratado, por una paga semanal, cuidaría a los animales en el establo y haría algunas reparaciones menores a la casa, pero la vieja fue enfática no te acerques al viejo granero, esta prohibido. Samuel calculo que con las 3 comidas gratis y el alojamiento, con un par de semanas o tres podría recuperar su libertad y volver al camino.
Pero el misterio del viejo granero lo atormentaba, para empeorar el asunto, veía como en las noches la dulce viejecita entraba un rato, 1 hora o 2 horas después salía, a veces llevaba algunas tablas de madera, otras salía con algo del viejo granero. Mañana se cumplían las 3 semanas y recibiría su última semana de pago, ya le había informado a su patrona, que se marchaba, esa noche después de la cena la doñita se despide de Samuel, iba al pueblo a hacer unas diligencias. Espero unos 20 minutos para que la viejita se alejara, se levanto y fue decidido a ver que se ocultaba en el granero.
Forcejeo un poco con la puerta y entro alumbrando con una linterna, buscando en la pared donde estaría el interruptor de la luz, cuando al fin lo encontró prendió las luces y allí estaba, una especia de galería, estantes, llenos de ropa, viejos zapatos, algunos tenían fotos, otros algún instrumento musical, cada estante estaba coronado por un nombre, Samuel no entendió lo que pasaba, hasta que vio el último estante vacio con su nombre, trago grueso, los ojos se le pusieron pesados, trastabillo tratando de salir, estaba mal... La siguiente Navidad Samuel no llamo a sus padres.
Fin.
Relato original de mi autoría @BigBDP publicado el 24/01/2022 en: https://noise.cash/post/2g3250vfmvvgv
Pero qué lío, ¿no podía irse y ya? jajaja Eso le pasa por curioso, por meterse donde le dijeron que no lo hiciera, ahora no tiene para donde huir :)