El duelo

El duelo

 El negro Bola Ocho, viejo y cansado estaba metido en una buena pero difícil partida, en su bar favorito, la hermosa Yadira la barman del lugar le brindaba algunos tragos y como no había mucho nivel todavía era capaz de ganar alguno que otro duelo sobre el fieltro verde y obtener ganancias, esa noche la escultural morena no le prestaba mucha atención, conversaba en la barra muy interesada por las historias de camino de un viejo, pero no tan viejo como Bola Ocho.

 Jugaba un match, al mejor de 5, comenzaron apostando 20$, pero para este momento ya la postura iba en 500$, Bola Ocho no tenía tanto dinero, pero midió al mozalbete desde que entro al local, llego echando pintas con una preciosa joven muñeca, mas linda y mas buena que Yadira que ya era mucho decir, en sus buenos tiempos lo hubiera derrotado en 5 minutos, pero ya el peso de los años y de sus locos excesos pasaban factura.

 El taco le temblaba en la mano, llevaba mucho rato de pie haciendo tiros, los 2 primeros matches los gano sin perder una partida, pero le llevaron mucho tiempo, un tiempo que el sabía jugaba en su contra, luego de perder los dos primeros matches viéndose en ridículo frente a su hermosa pareja el joven aumento exponencialmente la apuesta para el último match, quería humillar a Bola Ocho, hacerlo correr ante los 500$, pero el negro y viejo jugador a pesar de su cansancio acepto la apuesta, no creía que el joven notara sus dificultades, pero si que las aprovecho.

 El ultimo match iba empatado 2 a 2, pero el muchacho una vez mas fallo y Bola Ocho tenía el tiro ganador, lo midió con sumo cuidado, tomo aire y lanzo un perfecto tiro como en sus mejores tiempos, la bola 9 entro en la buchaca y el viejo levantaba los brazos en señal de victoria!!!, con esos 500$ tendría un buen mes, después de mucho tiempo, pero el joven altanero canto falta!!!.

- Moviste la otra bola cuando hiciste el tiro, lo siento viejo me debes 500$.

- No seas solapado muchacho, si no vas a pagar puedes marcharte, ya no tengo fuerzas para estas cosas.

- ¿ Marcharme ?, te equivocaste negrito, me debes 500$ y sin esa plata no me voy de aquí.

 Desde la barra el otro viejo que no eran tan viejo como el negro Bola Ocho, se voltea y dice.

- Desde aquí vi el tiro perfectamente, fue totalmente limpio!!!

En ese momento el Joven y su hermosa novia se percatan de quien era el viejo en la barra, no le prestaron atención en toda la noche, hasta ese momento, ya la conocían, hace unos días subiendo de la playa. La tensión se sentía en todo el Bar, el Joven lleva su mano lentamente hasta su espalda.

- No te lo recomiendo, ¿ recuerdas mi arma ?, la llevo de bajo de mi chaqueta, no creo que tu pequeña Glock sea rival para ella, la apuesta si decides aceptarla es quien desenfunda y dispara mas rápido, el joven se congela, la novia lo toma del brazo y lo hala.

- Págale al viejo sus 500$ y vámonos de acá Brayan, al pasar al lado del viejo sentado en la barra, Brayan le suelta.

- Esta es la segunda vez que nos vemos viejo, y ahora estamos pendientes!!!.

- Una lastima para ti, porque la próxima ves que me veas sera la última.

 El par de muchachos se retiran abochornados, la calma vuelve al Bar Blackboard, el viejo Bola Ocho se aproxima a la barra para agradecer la ayuda al otro viejo mas joven que el, brindando unos tragos.

- No hace falta Bola Ocho, hace muchos años te vi jugar, hoy quien invita los tragos soy yo.

- Muchas gracias, había dado el dinero por perdido!!!.

- Nada que agradecer mi viejo, a cambio quiero solo una cosa.

- ¿ Eso que sera ?

- ¿ Tienes tiempo para escuchar una historia ?

Fin.

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