Algunos años atrás existía una comunidad literaria que pertenecía a una página que se llamaba "Predicado.com", era un lugar amable, donde las personas íbamos a escribir lo que quisiéramos y podíamos relacionarnos en una especie de pizarra-chat central que terminó siendo un punto de encuentro para todos.
Habían escritores de poemas, cuentos, relatos eróticos, libretos, novelas y cualquier categoría literaria que escogiera la gente y aunque era mucho el tráfico de gente iberoamericana, los de Venezuela eran los más participativos en la mensajería instantánea.
Un mal día cualquiera en mi hora de almuerzo, entré al lugar a saludar y leer que acontecía, por lo general conseguía gente amable y animada, ya había un grupo de personas que conocía en persona incluyendo a los administradores de la página y por esas razones yo me sentía confiada.
En una oportunidad estaba más ácida de lo habitual, y había un perfil que se reía de mis impertinencias y era muy receptivo con todo lo que decía pero no fue hasta que comenzó a llamarme "Mafalda" que llamó mi atención y sería el punto de partida de todo este relato nefasto.
Estaba teniendo un mal día, no quería seguir trabajando y decidí terminar de pasar la tarde en la bendita mensajería hablando con todos, pero en especial con ese curioso chico que me inquietó.
En algún momento comenzamos a hablar por msn, él no me contó mayor cosa sobre su vida o intereses, sólo que tenía 32 años (me pareció que era mayor para mi que tenía unos 22), que trabajaba con seguros, vivía en Macaracuay con su mamá y eso fue todo.
Yo por el contrario fui mas conversadora, me faltó decirle mi grupo sanguíneo por si necesitaba un donante, le conté en que trabajaba, que hacía, donde vivía y con quién, pero lo que despertó su interés intensamente fue cuando supo que estudiaba teatro, le pareció fascinante y me invitó salir enseguida.
Hice un par de llamadas a los amigos que participaban en esa comunidad y tenían mucho mas tiempo para preguntar su lo conocían pero nadie sabía quien era, yo igual me dije ¿Bettyna qué tanto, tira pa' lante? y así fue.
"Ok César, salgamos".
Él pasaría en 2 horas a recogerme por mi casa, así que tenía ese tiempo para arreglarme, comenzó todo el proceso de que me pongo, a sacar y sacar ropa mientras pensaba que debí pedirle una foto o poner la cámara porque el avatar del msn no se veía con claridad y podía ser foto-trampa.
Pasan las dos horas, yo ya arregladita y perfumada, llega el hombre, se estaciona en la puerta del edificio, me monto en el carro y empieza Cristo a padecer.
Primeras impresiones
Un honda civic reciente pero muy deteriorado, al montarme en el carro olía a trapo entaponado, el tipo nada atractivo, con una franela gris con huecos y manchas, olía a sudor, un poco inexpresivo y retraído.
César me pregunta qué hacemos, en ese momento pensé rápidamente que no debía ir muy lejos y tenía que ser una actividad que me permitiera salir corriendo y sentirme con control, así que se me ocurrió decirle que fuéramos al cine y del Centro Comercial Concresa porqué literalmente lo tenía frente a mi casa.
No hubo problema, sin chistar nos dirigimos en el carro al estacionamiento y en ese trayecto de 3 minutos yo iba con el Cristo en la boca, cuando llegamos a la taquilla ya las funciones tenían mucho tiempo de haber empezado y la que no, él me comentó que ya la había visto, quise persuadir diciendo cosas como "que lastima, tanto que he querido ver esa película y es que me gusta tanto, tanto", pero no funcionó.
Volvimos al carro y me dice que vayamos a otro cine. "No puedo ir tan lejos porque mañana debo madrugar porque tengo que estudiar antes de ir al trabajo", bueno entonces nos tomamos un par de cervezas y te traigo, "será".
Cuando nos disponemos a buscar el dinero para pagar el estacionamiento me da una bolsa de papel marrón y me dice que vea si hay sencillo para pagar, y al abrirla era mucho dinero en efectivo, sólo alcanzaba a pensar "que tensión, y ahora cómo le pregunto por qué anda con esto así",
-¿César no te da miedo andar con tanto efectivo encima?
_No, lo cargo porqué mi mamá me dio el dinero para pagar el seguro del carro pero no lo hice, ¿a donde podemos ir a tomarnos algo?
Mi mente:
"Con esa pinta que cargas, a una licorería con despacho en el carro"
-La verdad no sé, yo no bebo mucho (uff Bettyna hoy te gradúas de actriz), no me gusta el alcohol.
AUTOPISTA, EN EL NOMBRE DE DIOS
-Bettyna si quieres vamos a mi casa, mi mamá debe estar durmiendo y le puedo decir a unos amigos que vayan y vemos alguna película.
En mi cabeza lloraba desconsolada
-No puedo César, otro día con mucho gusto pero como te dije, te acepté la invitación hoy pero debe ser algo breve.
LAS MERCEDES
Vuelta y vuelta en Las Mercedes y él seguía preguntándome a dónde vamos y yo seguía respondiendo no sé y cada vez mas estresada. Se detuvo cerca del Guaire mientras pensaba a dónde podíamos ir, y yo pensando cómo salirme de ese problema y prometiendo que no sucumbiría mas nunca ante las personas que alimentaran a mi debilitado ego.
_Bettyna, tu eres una mujer muy sensible, lo he visto en tu escritura y aficiones, en el teatro ¿tú de verdad construyes personajes o sientes que esos personajes viven dentro de ti y terminan aflorando?
¿WTF? Ay mamá (pensaba)
-Bueno César todos los personajes se construyen, habrán algunos que tengan elementos con los que te identificas pero sólo eso.
_¿Entonces no crees que ellos te escogen?
-No, no lo creo
César sollozo
_Bettyna yo me siento en la divina comedia.
Trague grueso, supe enseguida que este tipo no estaba bien, ojalá no pase de querer filosofar. A mi mente venían todas las oraciones que tenía años sin rezar y suplicando que se hubiese equivocado de cita y no fuese la divina comedia en lo que pensaba, sino algo más como la cantante calva.
-¿Cómo es eso César?
_Yo soy un personaje que se muestra con una máscara para expiar sus daños, yo deambulo entre el infierno y el purgatorio; me siento preso (Comienza a llorar). Máscaras Bettyna, eso es lo que tengo y lo único que le da tranquilidad a mis demonios son los detalles que menosprecia la gente.
En mi mente repetía hasta las letanías con su ruega por nosotros.
-Vivir es difícil César pero siempre vale la pena, da tu mejor lucha contra todo lo que te atormenta, se ve que eres un buen hombre. Se está haciendo tarde, recuerda que no puedo demorar.
_Gracias Bettyna (mientras miraba hacia arriba como intentando secar los lagrimales).Sí claro, se hace tarde pero vamos por las cervezas por favor, es tan fácil hablar contigo. Ya sé a donde vamos a ir, es un sitio que te va a encantar.
Arranca el carro con sentido al oeste bordeando el río Guaire que ya lo veía con cariño, porque seguramente ahí iban a parar mis restos, mientras mi mente a mil y mis sentidos alerta.
Mi mente de ipso facto: 2+2, Mató a su mamá Bettyna, ¡corre!
_¿Es cierto que hay actores que necesitan recurrir a técnicas para lograr emociones? yo creo que con el talento se nace, un actor no necesita de técnicas para sentir, la sensibilidad proviene de la humanidad de nuestras almas, ¿no lo crees?
¿Por qué señor, ahora me siento en clases de filosofía?
-No lo creo César, el actor quizás nace pero el artista se hace.
Y así un sin fin de disparates que ya prefiero hacerles el cuento corto, fueron 5 cervezas que yo me bebía como agua y él como whisky, hasta que le dije:
"César yo no puedo estar más aquí, agradezco tu interesante y profunda conversación pero debo irme, quédate aquí y tómate otra cervecita que yo le pido a la cajera que me llamé un taxi"
_No, no hermosa Mafalda, no te pongas malcriadita que me enterneces.
Me toma la mano y me dice: "yo te llevaré hasta tu casa".
-No hace falta César, yo llamo un taxi para que no te desvíes de tu casa.
Insistió, volví a entrar al carro del loco, pero le había escrito un mensaje a una amiga para decirle mi ubicación y que si no le escribía cada 5 minutos me fuera a buscar al guaire y le dijera a mi mamá que la amaba.
Llegué al frente de mi edificio y mi alma sólo sentía jubilo y gozo divino. Frenó y apagó el carro pero ya había abierto esa puerta, me pide que no me baje todavía, pero eso ya no era una posibilidad, me baje corriendo, me despedí desde lejos sacudiendo la mano, y abrace al vigilante que me abrió la puerta.
Al cruzar la puerta de mi casa me sentí agradecida y acto seguido a bloquear el número, el correo, el msn cualquier cosa que pudiera el tipo usar para contactarme.