Dosamigoseneldesierto
Dos amigos en el Desierto
Por el desierto viajaban dos amigos y en un lugar del viaje tuvieron una querella. Uno ofendido escribió en la arena “Mi mejor amigo hoy me abofeteó en el rostro” continuaron y llegaron a un oasis y comenzaron a bañarse. El abofeteado se estaba ahogando y el amigo lo salvó. Cuando se recuperó tomó una daga y escribió en una piedra "Hoy mi mejor amigo me salvó la vida" El amigo extrañado le pregunta por qué si después de que te lastimé escribiste en la arena y ahora que te salvé escribiste en una piedra, se sonrió y le contestó. Cuando un gran amigo nos insulta deberíamos escribirlo en la arena entonces el viento del olvido y el perdón se encargarán de borrarlo, en cambio si nos pasa algo impresionante deberíamos que esculpirlo en la piedra de la remembranza del corazón donde el viento no podrá borrarlo. Las relaciones humanas, por ser relaciones imperfectas más no perfectas deben fundamentarse en el perdón. De esa manera podremos construir una verdadera amistad aunque a veces signifique renunciar a nosotros mismos y duela. Podremos realmente amar, ser amados y por ende alcanzar la colmada felicidad. Cuando nos llega la muerte no nos juzgarán por la cantidad de trabajo que hayamos hecho, sino por el peso de amor que hayamos puesto en nuestro trabajo. Este amor debe trascender del sacrificio de nosotros mismos y ha de concebirse hasta que duela. Cuando nos llega la muerte no nos juzgarán por la cantidad de trabajo que hayamos hecho, sino por el peso de amor que hayamos puesto en nuestro trabajo. Este amor debe trascender del sacrificio de nosotros mismos y ha de concebirse hasta que duela. Cuando nos llega la muerte no nos juzgarán por la cantidad de trabajo que hayamos hecho, sino por el peso de amor que hayamos puesto en nuestro trabajo. Este amor debe trascender del sacrificio de nosotros mismos y ha de concebirse hasta que duela.