Tú esposita te quiere, te cuida mucho, te espera cual dama de cuentos, pero un día olvida planchar bien la camisa, tu cuello cruzado de arrugas lleva a un amigo a comentar algo así como: “esa mujer no te atiende”, “como le vas a permitir que te siga tratando de esa forma”, tú te haces el loco, alegas que aquello fue un descuido y pasas a otra tema. Pero la simiente del mal ha sido incubada, cuando el casquillero se retira, tú te pones meditativo y evocas los espaguetis pasados de sal, sumas los botones sin colocar que se ha olvidado durante 15 años, las veces que has encontrado una toalla fuera de lugar.
Por lo que la mala semilla muda, comienza a hacer revelaciones; “pensándolo bien uno se mata trabajando y no recibe el merecido respeto, ¡ya está bueno de que me siga tratando como un perro¡ dejen que yo llegue esta noche a casa, ¡si es que llego¡”
Sí señores, se ha mordido con avidez la fruta oscura de la cizaña, la discordia es servida en bandeja de plata generosamente, por la aspirante al puesto del jefe, el enamorado deseoso de manchar la reputación del adversario.
Y les cuento más aún, ya no se hace política, ni se denuncia, no se intenta conquistar a los posibles electores con proyectos repletos de buenas intenciones, la mayoría prefiere se sembrar cizaña, contra el diputado, el candidato, el juez o el país rival.
Aunque todo hay que decirlo y estar claros en las jugadas y su porque, valerse de la mala prensa, las redes sociales y el boca en boca, hace que el gesto conspirativo este proporcionalmente ligado a su eficiencia para alcanzar metas de cualquier índole, cuando las buenas costumbres resultan inoperantes damas y caballeros llegó la hora de meter cizaña.
Pero con sabiduría según dictan las normas de tan laborioso arte, el cizañero logra llegar muy lejos, la primera regla es inviolable:
Toda intriga debe envolver cierto grado de verdad, el cizañero no es un embustero, ni mucho menos un chismoso, nada de eso es necesario, solo precisa del recurso de la exageración. Pero además el delicado comentario debe atesorar así sea un aspecto verificable, para impedir que nuestra opinión sobre en la víctima del descrédito, cuando se arme el zafarrancho, de la impresión de que lo hicimos con alevosía.
La segunda regla no es menos crucial:
Por nada del mundo debe usted parecer un cizañero y dejar traslucir notorios signos en contra el blanco a destripar, nunca debe usted generar suspicacias, por eso tras algún comentario en torno al clima, asuma una buena cara de bolsa, porque eso le permitirá dar notoriedad a determinada virtud que caracterice al borreguito a sacrificar. Luego y a modo de ocurrencia deje ver el juego de la conjunción, pero de manera sublime, ya que solo así podrá ser efectiva su buena y memorable intención:
1. “fulano es tremendo compañero de trabajo, el café le queda excelente, aunque algunas veces parezca cleptómano”
2. “la mejor jefa que he conocido es zutana, aunque los demás la juzguen como rompe hogares”
3. “la elegancia y clase de menganita es inimitable, por cierto, ¿ya viste con quién se va todas las tardes después del trabajo?”
Cosechar desconfianza es la maniobra estrella entre los maestros del género que nos ocupa, el mensaje recibido da el paso siguiente, si la audiencia manifiesta asombro, curiosidad o sorpresa, el mandado está hecho y ya podrá usted instalarse a sacudir como un látigo su lengua viperina, pero “alerta” si la reacción del otro, es de escepticismo, quizás sea hora de retomar el tema del clima, huya por la derecha y ponga a reposar su lengüita, porque ya está esparcida la semilla que crecerá por sí sola como la hierba voraz, la imaginación hará que cada uno asuma como mejor le parezca el contenido de la historia.
Yo sé, que quien me está leyendo es incapaz de tomar esta receta para sí y ponerla en práctica, pero si le garantizo que le servirá para estar alerta y resguardarse de los profesionales en la materia.
Coritooo que bueno verte y leerte por estos lares. Y bueno, la verdad es que mucha gente no tiene oficio, o esta tan desocupada que lo que les queda es eso, estar pendiente de lo ajeno y de opinar lo que no debería. Hay que estar atentos a estos personajes y evitarlos, no darles mucha cabida en nuestra vidA.