Pensamiento Diario 3

Hoy pienso que somos extraños. La belleza es nuestra cualidad, cómo lo fugaz que resulta un relámpago, mientras se cuece la tempestad.

Se puede ser tóxico, cuánto perjudicial. Así mismo, se puede amasar la vida, horneando la convivencia y la prosperidad. Pienso que es una cuestión que le incumbe hasta al que está por nacer. No se suda la camiseta si se va desnudo. ¿Por necesidad o por gusto? Pienso y pienso a ver.

Me gusta cuando el cielo se ilumina eléctrico, sin olvidar nunca que lejos explota la Tierra por la descarga. Esto nomás puede ser un pelito de todo el conejo; desechos radioactivos, bolsa plástica lanzada en río, envidia artística, hambre en los caseríos.

¿Será buen espacio para disgustos?

Pienso que son muchas las palabras que se pueden escribir en una pared. Buen ejercicio democrático aplicar la idea en un contrato inteligente, a ver cómo se organiza el espacio.

Pienso que las mariposas se quejan de las podas. Es cómo la campesina que fijadas y acicaladas sus rozas ayer, hoy las encuentra echadas a suelo, ya secándose a la intemperie. ¿Seremos siempre quiénes podan? Sol caliente, vaya senda perogrullada.

¿Qué más se ha de pensar? Temario distante pero certero. Qué buen adagio es, que se parche un portero.

Pienso que la comunicación es un asunto complicado.

Seres tan sociales, tanto cómo somos, entornados por una vías que parecen cerrarse a más de abiertas. ¿será que de tanta duda, el camino me encono?

Pienso que es mucha discoherencia lo que puedo llegar a pensar. Tasos a montones, esparcidos en un cajón, pensamiento que se suele asomar.

Palmas escuché en una canción, palmas veo, al salir al patio. Aún destellan luces en el cerro, serán drones o flameros. No serán en honor a un tal, sino más bien a un sonero, tecnológico o turistiquero.

Hoy, además de pensar, siento frío. Vea, en un lugar tan caliente cómo éste, parte de éste mundo y del otro, hace un frío tremendo cuando llueve en el momento, lugar y lo demás correcto.

Pienso que no todo frío es perjudicial, pero mejor me abrigo, que acá el sereno tiene fama de matón y no pretendo por acá sobrar.