English

Demas, the only young boy left in Kalakuta to find a job in the city, would walk around the community, hunting rodents and running errands. He has been tagged a failure because he was seen as a not do well.

Often, he would take up menial jobs with the old mem whose legs are tired to go to their farms. He did it with so much vigor that he soon became friends with nearly all the old men in the community.

From one farmland to the other, he worked. Sometimes, the pay does not measure up for the work he did but he would work his heart out to satisfy the old men.

One of the old men who always engaged him passed away. Since there was no one to dig the grave, Demas was asked to do it. They were going to.pay him but he volunteered to do it as a sign of respect for the departed Pa Onyekwuru

The burial was going to be held the next day. Dems started to dig the grave in the evening as young ladies and the old watched him. He was sweating profusely as he dug.

One after the other, they left until there was no one left. Dems buried himself to the task until he finished it ate in the night. As tired as he was, he decided to walk back to his home. He drag feet until he got to a seven junction road towards his house.

Some strange voice were speaking, they were speaking like a heavy storm but Demas could hear them. Quickly, he went to hide under a nearby Ube tree with large leaves. Then, one of the voices spoke:

Kalakuta is the richest of all lands but her people are too blind to see.

In his mind, Demas saw nothing good about Kalakuta but poverty strike fellows, the more reason all the able bodied mem have gone to the city in search of greener pasture. As his mind was perambulating, another voice spoke, this time, it was a baritone voice:

Let them remain blind, looking for the treasure in faraway lands, that is just in their backyards.

Then, footsteps of humans started moving towards the community square, where it was believed to be the centre of the town.

Everywhere was in fark silence and nothing moved. One special feature of the movement was that a ray of light shone behind the images as they moved.

This was what led Demas as he followed in a close distance. He wanted to see how the discussion will end.

When they reached the village square, the leader of them carried a chest filled with diverse jewelry and hit the ground, then said:

Let the lucky man who till the ground of their fathers find this chest.

At once, the box buried itself, right there in the centre of the community.

That was all Demas saw. He slept in his position till daybreak.

Yet, he could not go home. He found himself back to the home of the late *Pa Onyekwuru' home, where the burial was to be held.

Female mourners had already started singing and crying the mourners song before Demas arrived at the ceremony. It was like they were waiting for him to carry the corpse and lay it into the grave, what one man cannot do.

When Demas was called, he did not hesitate to go into the grave as the corpse was let down to him.

One thing that surprised him was that mark of the ghost like being he saw last night was on the body of *Pa Onyekwuru*. That didn't bother him though.

The death of old people is a big ceremony in Kalakuta and that was how this one went too.

Four market days after he had been buried, Demas was given a menial job by the elders-in-council to clear all the weeds at the village square.

Could this be his breakthrough to the treasure chest?

It was at this same moment his friend who had left the community returned with a *good news* for a job appointment in the city came home.

Espanyōl

Demas, el único joven que quedaba en Kalakuta para encontrar un trabajo en la ciudad, caminaba por la comunidad, cazando roedores y haciendo recados. Ha sido etiquetado como un *fracasado* porque se lo consideraba un *no bueno*.

A menudo, aceptaba trabajos de baja categoría con los viejos miembros cuyas piernas estaban cansadas de ir a sus granjas. Lo hizo con tanto vigor que pronto se hizo amigo de casi todos los ancianos de la comunidad.

De un campo a otro, trabajaba. A veces, la paga no está a la altura del trabajo que hizo, pero trabajaría con todo su corazón para satisfacer a los ancianos.

Falleció uno de los viejos que siempre lo contrataban. Como no había nadie para cavar la tumba, se le pidió a Demas que lo hiciera. Iban a pagarle, pero se ofreció a hacerlo como muestra de respeto por el difunto *Pa Onyekwuru*

El entierro se iba a celebrar al día siguiente. Dems comenzó a cavar la tumba al anochecer mientras las jóvenes y los ancianos lo observaban. Estaba sudando profusamente mientras cavaba.

Uno tras otro, se fueron hasta que no quedó nadie. Dems se sumergió en la tarea hasta que la terminó. Comió en la noche. Tan cansado como estaba, decidió caminar de regreso a su casa. Arrastró los pies hasta que llegó a un camino de siete cruces hacia su casa.

Hablaba una voz extraña, hablaban como una fuerte tormenta, pero Demas podía oírlos. Rápidamente, fue a esconderse debajo de un *árbol Ube* cercano con hojas grandes. Entonces, una de las voces habló:

Kalakuta es la más rica de todas las tierras, pero su gente está demasiado ciega para ver.

En su mente, Demas no vio nada bueno en Kalakuta, pero la pobreza golpeó a los compañeros, razón por la cual todos los miembros sin discapacidad se fueron a la ciudad en busca de pastos más verdes. Mientras su mente deambulaba, otra voz habló, esta vez, era una voz de barítono:

Que permanezcan ciegos, buscando el tesoro en tierras lejanas, eso es sólo en sus patios traseros.

Luego, pasos de humanos comenzaron a moverse hacia la plaza de la comunidad, donde se creía que era el centro del pueblo.

En todas partes había un silencio fark y nada se movía. Una característica especial del movimiento era que un rayo de luz brillaba detrás de las imágenes mientras se movían.

Esto fue lo que guió a Demas mientras lo seguía de cerca. Quería ver cómo terminaría la discusión.

Cuando llegaron a la plaza del pueblo, el líder de ellos cargó un cofre lleno de diversas joyas y golpeó el suelo, luego dijo:

Que el afortunado que labre la tierra de sus padres encuentre este cofre.

De inmediato, la caja se enterró, allí mismo, en el centro de la comunidad.

Eso fue todo lo que vio Demas. Durmió en su puesto hasta el amanecer.

Sin embargo, no podía volver a casa. Se encontró de regreso en la casa del difunto *Pa Onyekwuru's*, donde se llevaría a cabo el entierro.

Las dolientes ya habían comenzado a cantar y llorar la canción de los dolientes antes de que Demas llegara a la ceremonia. Era como si estuvieran esperando que él llevara el cadáver y lo depositara en la tumba, lo que un solo hombre no puede hacer.

Cuando llamaron a Demas, no dudó en ir a la tumba mientras le bajaban el cadáver.

Una cosa que lo sorprendió fue que la marca del fantasma que vio anoche estaba en el cuerpo de *Pa Onyekwuru*. Aunque eso no le molestaba.

La muerte de los ancianos es una gran ceremonia en Kalakuta y así fue también en esta.

Cuatro días de mercado después de haber sido enterrado, los ancianos del consejo le dieron a Demas un trabajo servil para limpiar toda la maleza en la plaza del pueblo.

¿Podría ser este su avance hacia el cofre del tesoro?

Fue en ese mismo momento que su amigo que se había ido de la comunidad regresó con una *buena noticia* para una cita de trabajo en la ciudad.

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