La democracia y los ciudadanos helenos libres
Pues bien, esto no es exactamente así y es posible que se deba a una mala traducción del término ‘libre’ del griego. La cosa tiene su lógica, pero no es la que se suele plantear.
Cuando Aristóteles se refería a ‘personas helenas libres’, se refería a aquellas que han tenido una educación y pertenecían a la cultura helena y que, además, estaban liberadas de cualquier tarea para su subsistencia, de manera que pudiesen dedicarse sin ataduras ni condicionamientos a los cargos para los que eran elegidas.
Piensen que entonces, participar en los asuntos del gobierno de la polis no solo era un derecho, sino también una obligación. Si una persona era requerida para hacer de magistrada, por ejemplo, debía haber sido formada para ello y debía disponer del tiempo y la libertad para hacerlo sin ataduras ni condicionamientos de ningún tipo. Debían ser personas culturalmente helenas y llevar una vida virtuosa y liberal. Al menos, lo suficiente para evitar la corrupción y para poder ejercer sin impedimentos en las funciones para las que eran requeridas. Claramente esto dejaba fuera a muchísima gente, pero a Aristóteles no le faltaban argumentos.
-Quedaban fuera, por ejemplo, los extranjeros. Después de todo, no eran ciudadanos helenos. No comprendían la cultura local y no podían actuar preservando los valores y virtudes de la cosmovisión helena.
-Quedaban fuera los comerciantes, a menudo viajeros, porque tendrían un interés particular en favorecer medidas que les viniesen bien para sus negocios y porque podrían estar en otro lugar comerciando, en el momento que se requería su participación en el gobierno.
-Quedaban fuera los esclavos y los sirvientes, y todas aquellas personas que dependían de otras para subsistir. Claro, ¿qué iban a elegir ‘libremente’ aquellas personas si su jefe/amo les condicionaba a la hora de escoger algo? ¿Cómo contravenir la opinión de quien te da de comer? Así no podían votar en libertad.
Y por otra parte… ¿Cómo podrían dedicarse todo un año a labores públicas, si tenían que trabajar para subsistir? No era posible, porque, aunque los desempeños en el gobierno se pagaban, las retribuciones por ello no eran suficientes para vivir sin depender de nada más. Recordemos que esos pagos, eran un agradecimiento de la polis por los servicios prestados, pero no eran un salario como para vivir de ello o enriquecerse (qué diferente a hoy en día, con políticos profesionales ¿verdad?).
Los elegidos gobernantes tenían que servir a la polis por obligación. No podían negarse. No era una cuestión de profesionalizarse en ello, sino una tarea que todo ciudadano heleno libre tendría que desempeñar si era escogido. Le gustase o no. Era una obligación de servicio público que podía recaerles de tanto en cuanto. Así que a veces, tocaba mandar… y otras obedecer. Y por eso, era necesario que la ciudadanía libre se formase en ambas cosas: en servir y en mandar. Esas eran virtudes que había que desarrollar desde la infancia.
-¿Qué más personas dependían de otras y por tanto no podían tener criterio propio y libre? Pues los menores de edad. ¿Qué iba a decidir un niño si dependía de su padre? ¡Elegiría condicionado por su padre! Y eso no era una elección libre.
-¿Y quien más? Las mujeres.
Piensen en esto. En la polis había leyes. Todos los ciudadanos helenos libres se comprometían a cumplirlas y juraban obediencia. Pero no lo hacían los menores, los extranjeros, los esclavos, los sirvientes… y las mujeres. Entonces, ¿Cómo iban a ser responsables de respetar las leyes si no las habían jurado? Pues no lo eran. No eran directamente responsables, al igual que no lo son los menores hoy en día, sino sus padres/madres o tutores legales.
El patriarca (hombre heleno libre) juraba esas leyes. Y también juraba hacerlas cumplir. Así que cuando su hijo, su sirviente o su esposa cometían un delito… el patriarca (el hombre) era responsable. A él le correspondía tomar una decisión:
a) sufría él las consecuencias por ser el responsable de su familia,
b) aplicaba él mismo el castigo a su familiar o
c) ofrecía a algún esclavo para que pagase las consecuencias del delito.
¿Qué tal? Si un esclavo, menor o mujer de alguien hacía algo mal tenía la opción de recibir él unos latigazos en su lugar, o bien de darle él mismo los latigazos al infractor/a a su cargo para que aprenda… o bien escoger otra manera de pagar la condena, como entregando a un esclavo para que la reciba a cambio de su amo.
Como ven, el patriarcado estaba ya muy instaurado en Hélade, aunque había varias diferencias entre las distintas ciudades estado (en Esparta, por ejemplo, las mujeres eran mucho más valoradas que en Atenas).
La cuestión en cuanto a ser ‘menores irresponsables’ es que los niños podían crecer y convertirse en ciudadanos helenos libres, responsables de sus actos. Pero las mujeres, eran ‘eternas menores de edad,’ sin voz ni responsabilidad y a expensas de su padre o marido (aquí también hay matices, había mujeres poderosas y respetadas, pero eso es otra historia y tampoco era lo más habitual).
Sin embargo, Mientras Platón rechazaba de plano la participación de las mujeres en la política, Aristóteles reflexionaba y se planteaba varias dudas al respecto. ¿Por qué no? (Aristóteles se fijaba mucho en Esparta y allí las mujeres sí tenían algunas posibilidades de participar en la polis). La conclusión final a la que llegaba era que la mujer no era completamente libre.
¿Por qué? Porque tenía que cuidar de los niños, de la casa y de los mayores porque eso era lo ‘natural’. Al tener que desempeñar estas tareas tan importantes, no dispondría del tiempo suficiente para formarse y para dedicarse al servicio público. ¿Qué les parece? Han pasado más de 2500 años, y todavía hoy escuchamos argumentos similares, pero sacados de contexto.
Las tradiciones democráticas de la antigua Grecia han evolucionado hoy en día en democracias más consolidadas y con una mayor posibilidad de que distintos sectores de la población puedan participar.
Pero en lo cultural, en términos de entender a la mujer como una ‘eterna menor de edad’, que ‘naturalmente’ se debe dedicar a las tareas domésticas y de cuidados, incluso como un un ser al que el marido/padre tiene el derecho de ‘castigar físicamente’, no parece que hayamos avanzado tanto. Aún hay demasiados quienes perseveran en esta idea tan primitiva.
Pero, ¿qué tal si nos planteamos un modo de vida libre para todos y todas? Educación, democracia, servicio público a los demás, el interés general por encima del particular y el empoderamiento de todos los sectores de la población para que sean capaces de vivir de manera independiente y forjarse sus propios criterios.
Ese era el origen, el fundamento y la virtud que pretendía la democracia de Atenas, que hoy en día, deberíamos tratar de extender a toda la ciudadanía.
Todos libres, independientes y con criterio… trabajando por el bien común, no solo por derecho, sino también por compromiso colectivo adquirido para con los demás.
@Loucy
Creo que la teoría de Aristóteles donde los políticos se educaban para ser políticos y su servicio al pueblo era idóneo, porque no debería cualquier persona ser líder político, sino quien tenga la educación para ello..... En la actualidad, un político es igual a corrupción, robo de capitales, dinero, narcotráfico entre otras cosas, nada bueno para la sociedad, ya no se cree en ellos y sus pagos son exhuberantes.... Y a pesar de que estamos en otros tiempos aun hay demasiados prejuicios en relación a qué las mujeres podamos ejercer cargos políticos, sabiendo que muchas veces las mujeres tenemos el don de la organización, y se ha demostrado en algunos gobiernos que las mujeres sabemos llevar la política.... En ejemplo de ello fue la ex miss universo Irene Sáenz, que fue alcaldesa del municipio Chacao en Caracas, la cuál llevo dos gobiernos de gran efectividad y desempeño sólidario a su pueblo, lastima no ganó las elecciones de 1998, quizás hubiera hecho un buen trabajo en nuestro país....