Para escribir sobran los motivos.

La música es de esas cosas que más que relajación, me ofrece reflexión, y en demasía. Basta escuchar una canción para que mi mente empiece a pensar, repensar y analizar...Pero no es precisamente de ella de quien quiero conversar hoy; aunque las ideas surgieron gracias a la melodía de Laura Pausini: "Yo canto."

Seguramente habrá llegado a sus oídos en algún momento, pero en caso contrario, la pueden disfrutar aquí.

Ella en su canción expresa múltiples y diversas razones que la inspiran a cantar, que van desde lo simple hasta lo más complejo y profundo. Entre ellas figuran: "la niebla que se posa en la mañana, las piedras de un camino en la colina, el ave que se elevará, el alba que nos llegará, la nieve que se fundirá corriendo al mar..." y toda una sucesión de eventos y cosas que hacen que su voz y música fluyan como río.

En mi caso, cada una de sus palabras resonó y me hizo sentir identificada, pero con las letras. Estoy segura de que no he sido la única que ha experimentado esa sensación y que ustedes han sentido lo mismo alguna vez. Y es que para los que amamos la escritura, cualquier cosa se convierte en la excusa perfecta para expresarnos y disfrutar plasmando nuestras ideas, pensamientos y sentimientos.

¡Y cómo no hacerlo cuando los motivos sobran!

Algunos encuentran como razón principal el desahogo; me incluyo en esta lista. Nada mejor que liberar nuestras emociones y sentimientos que nos invaden, esos que unas veces son un cúmulo de felicidad y júbilo; otras un torbellino de tormentos. También podemos compartir nuestras propias experiencias y así tratar de que los demás aprendan de nuestros errores sin necesidad de sus propios tropiezos.

Igual pasa con el conocimiento, ¡resulta tan gratificante compartir lo poco que aprendemos! Y qué decir de los buenos momentos, la buena compañía, una fecha o evento especial...

La inspiración llega de dónde menos lo esperamos, un amanecer inundado de un sol radiante, la luna con su blancura contrastando en el oscuro cielo de la noche, una estrella que brilla en el firmamento tanto como nuestra pasión por las letras. El canto de un ave, el primer llanto de un bebé, sus primeros pasitos, la naturaleza en su esplendor, una flor silvestre que crece adornando la maleza...

Por otro lado está el deseo de darnos a conocer públicamente. Mayormente iniciamos llenando hojas de papel con frases, palabras y hasta poemas que surgen de la mano del amor, quedando ocultos, olvidados en un rincón, empolvándose con el paso del tiempo.

Pero poco a poco nuestra creatividad aumenta y ya no es suficiente con escribir para auto leernos, sino que necesitamos algo más, ser leídos y hasta escuchar opiniones verdaderas, esas que se nos antojan perfectas para incentivarnos a crear mucho más.

Y por qué no decirlo, el motivo económico, que supone beneficios y por tanto, un buen peso. Tal es el caso de la mayoría de las redes sociales como esta en las que, además del disfrute y la posibilidad de darnos a conocer como 'autores' o aficionados a la escritura, podemos obtener ganancias en BCH o alguna otra criptomoneda.

El caso es que escribiendo no solo somos felices, sino que también podemos contagiar a otras personas, esas para las que unas buenas letras siempre son bienvenidas.

Porque así como Pausini ha encontrado inspiración para cantar, sabiendo que será escuchada por alguien, igualmente nosotros las encontramos para expresarnos, con la esperanza también de ser leídos. Por eso déjate llevar y escribe, porque para hacerlo sobran los motivos.

*Imagen de Portada de Pexels tomada de Pixabay.com y editada por mi.*