Buscar la manera correcta de modificar un pensamiento equivoco de una persona, de forma educada y respetuosa, con lleva un trabajo a veces difícil de lograrlo.
Vivimos en tiempos en donde existen muchas fuentes donde, si no investigamos de donde provienen, podemos estar comprando pescado podrido. Muchos manejan datos falsos, con el solo hecho, de tener la razón en algo. De engañar a la gente y defender su postura. Esto pasa muy a menudo en la política.
La lucha constante de tener “la razón” sobre un tema particular, nos lleva a esto.
También, debemos ser consciente, que podemos ser los equivocados nosotros. Y debemos estar preparados para aceptarlo.
En varias ocasiones, he discutido con personas que tenían una postura diferente sobre la economía y la política en general. Estuve mucho tiempo debatiendo ideas y tratándoles de hacer ver que sus ideas, no estaban en lo correcto. Esto me llevo a muchas frustraciones, peleas sin sentidos, discusiones, etc. Mucha pérdida de tiempo en donde podía utilizarlo en cosas más productivas.
Mi idea siempre fue de que exista un dialogo respetuoso, en donde las distintas ideas fluyan y que cada uno pueda argumentarlas. Pero cuando las personas se ciegan en el fanatismo, les puedo asegurar, que no habrá humano en la tierra que les pueda hacer ver su error.
Es normal que todos queramos tener razón. Siempre tenemos esa preponderancia de defender con uñas y dientes nuestra ideas. Sé que es molesto que nos digan “Che, sabes que no tienes razón en lo que decís...”. Asumir estar equivocado cuesta muchísimo, pero creo que nos sirve para mejorar nuestras ideas y no encerrarnos solo en la nuestra como si fuera la verdad absoluta.
También, tenemos que tener en cuenta, que a la hora de corregir a una persona, debemos buscar hacerlo de una manera que la persona no se sienta “amenazada”, para evitarnos una discusión.
En algunas ocasiones, no podremos convencer de su error, mas allá de que la persona entiende que lo está. Existen personas que prefieren vivir en su “verdad” y lo debemos respetar.
Hay cosas que no podemos entender como es el tema de la religión, posturas ideológicas, religiones, que son más complejas de discutirlas. Por eso, evito hablar sobre religión y política porque les aseguro que el 100% siempre terminan mal.
Siempre debemos llevar la calma y tranquilidad a la hora de debatir, pero si vemos que el debate se está yendo de las manos, es mejor no continuar, así nos evitamos cualquier tipo de inconvenientes y perder tiempo innecesario.
para corregir una idea, ambas partes deben utilizar la tolerancia, sin este valor es imposible dialogar...